Titulares

Trío ensamblaba y vendía armas en Long Island

Tres personas fueron arrestadas y acusadas de fabricar y vender armas de fuego en los condados de Nassau y Suffolk, en Long Island, según adelantó a El Diario el Fiscal General del estado Eric T. Schneiderman.

El trío, integrado por Thomas Weber, Antonio Himonitis y Diana Collins,montó toda una infraestructura de ensamblaje de armas de grueso calibre, que eran acopladas una casa de Suffolk con piezas ordenadas por internet a diferentes fabricantes a través del país.

La investigación -cuyos detalles serán divulgados hoy-  fue liderada por el Grupo de Trabajo Contra el Crimen Organizado de la Fiscalía General (OCTF) y la Policía estatal de Nueva York (NYSP).

Tras una investigación de varios meses, la “Operación Cazafantasmas” logró descubrir el plan para vender armas, consideradas “fantasmas” por carecer del número de serie con las que se las identifica, lo que hace prácticamente imposible su rastreo por parte de las autoridades.

De acuerdo a la acusación presentada por la Fiscalía, Himonitis y Collins ordenaron piezas de armas, logrando ensamblar al menos 12 ametralladoras completamente funcionales, que luego vendieron a investigadores encubiertos que se hicieron pasar como traficantes de armas. La acusación señala que Himonitis estaba en la cárcel al momento de idear el plan para ensamblar y vender armas ilegales.

“Las acusaciones contra estos implicados muestran cuán fácil es para que los delincuentes ensamblar armas de fuego completamente imposible de rastrear,” declaró el Schneiderman.

Estas detenciones marcan la primera vez que una agencia estatal de policía captura a personas por los delitos de fabricación y venta de armas de fuego no registradas o “fantasmas”.

Weber, Himonitis y Collins fueron impuestos de cargos criminales de venta criminal de un arma de fuego en primer grado, venta criminal de un arma de fuego en tercer grado y conspiración en cuarto grado. Himonitis y Collins también están acusados de poner en peligro el bienestar de un niño, que estaba en la casa de ambos mientras se dedicaban a ensamblar las armas. Si son declarados culpables, Weber y Himonitis enfrentan hasta 50 años de prisión, mientras que Collins enfrenta hasta 25 años tras las rejas.

El Fiscal General agregó que así como las leyes se adaptan a estas nuevas tecnologías, su oficina continuará con los esfuerzos para acabar con este tipo de planes peligrosos.
“No importa si usted la construye o la compra en la esquina de la calle, un arma ilegal es un arma ilegal, y será enjuiciado en la medida de la ley”, enfatizó el fiscal general.
La investigación
La “Operación Cazafantasmas” se inició en respuesta a la creciente tendencia de ensamblar armas a partir de ordenar por internet las partes a los fabricantes.
En abril pasado, un investigador encubierto se reunió con Thomas Weber en la cárcel del condado de Nassau. Como se establece en la acusación, Weber declaró que su socio Antonio Himonitis, podría ensamblar una ametralladoras AR-10 que se venden a $5.000 cada una. Un día más tarde, Himonitis supuestamente llamó a su esposa, Diana Collins, desde la cárcel del Condado de Nassau y la instruyó para que hiciera una búsqueda en internet de la herramienta que se utiliza para el montaje de ese tipo de armas.
En mayo, un investigador encubierto se reunió directamente con Himonitis el día que salió de la cárcel del Condado de Nassau en un hotel en Uniondale para hablar de método de Himonitis para el ensamblaje de armas de fuego con la referida herramienta.

Durante un periodo de varias semanas, un investigador encubierto compró a Himonitis doce ametralladoras de asalto en hoteles del condado de Nassau. Como se argumenta en la denuncia, estas armas no tienen ningún número de serie  o cualquier forma de identificación.

Una revisión de los récords de UPS entre mayo y junio de 2015 mostró que 19 paquetes, de varios fabricantes de armas a través de Estados Unidos, fueron entregados en el domicilio de Himonitis y Collins que ellos compartían con un niño en el condado de Suffolk.

Cifras
Desde 2011 el Grupo de Trabajo Contra el Crimen Organizado de la fiscalía general ha incautado 269 armas de fuego, durante el mismo periodo ha desarticulado 24 pandillas dedicadas al narcotráfico y ha ejecutado más de 560 detenciones relacionadas con narcóticos, logrando decomisar más de $1.5 millones, 80 armas y más de 2,000 libras de drogas ilegales.