BARAHONA: El toque femenino en la joyería de Larimar
La pectolita es uno de los metales semipreciosos más exóticos del mundo
El Larimar es una de las piedras semipreciosas más exóticas del mundo. Está compuesta por minerales que le otorgan una tonalidad azul resplandeciente. Es una piedra que en sus inicios era solamente tratada por hombres. Sin embargo, en las últimas décadas las mujeres han utilizado esta piedra para crear joyas.
Pese a que las mujeres tienen prohibido trabajar en la mina por cuestiones de seguridad, éstas se han dedicado a convertir la piedra en joyería. La labor femenina va desde el pulido y tallado de la piedra hasta convertirla en una joya lista para venderse.
“Las mujeres antes no trabajaban, se quedaban en la casa, pero ahora cada una sale a las calles en busca de su porvenir”, afirmó Yudelkis Betances, una pulidora de Larimar.
En el Paraje del Arroyo, en la provincia Barahona, a pocos metros de la mina de Larimar, se encuentra Enny Feliz Vargas, de 22 años de edad, quién expresa que gracias a la piedra ha podido estudiar y auto sustentarse.
Recuerda que utilizó esta roca como un juego sin imaginarse que le abriría las puertas en el comercio de piedras preciosas.
La historia comenzó en el 2016, cuando la joven artista se encontraba practicando las técnicas básicas para tratar la roca.
“No pensaba que el larimar seria mi fuente de trabajo, lo veía como un hobbie”, comentó Feliz.
Expresó que como tenía una producción significativa de la piedra decidió venderla en el Hotel Costa Larimar de Barahona, donde fue bien recibida por los turistas extranjeros.
“No tenía cómo costear mis estudios y encontré en el larimar mi camino hacia el futuro” señaló.
Narró que fue difícil insertarse en un mercado diseñado para los hombres y jeques hoteleros, por lo que tuvo que crear sus propios diseños y apostar por la originalidad de los mismos. “Al principio fue duro pero poco a poco fui creciendo hasta llegar a ser una la vendedora de esta piedra en el Costa Larimar”.
La venta de sus diseños creció tanto que tuvo que aprender a trabajar con plata y a lijar los pedazos de la piedra en bruto, llamados chazos, que compraba en la entrada de la mina.
El crecimiento del negocio le ha permitido a Enny ser autosustentable, pagarse una carrera universitaria completa en Educación Básica y contribuir con el sustento de su casa, la cual comparte con su madre.
La joven de 22 años se ha expandido a los diferentes hoteles de la “Perla del Sur”, donde expone sus joyas a los clientes, logrando colocarse como única mujer distribuidora en tres de las principales posadas turísticas.
Feliz aseveró que esta piedra seguirá expandiéndose en otros polos turísticos y le agradece al larimar por haberle cambiado la vida y ofrecerle un trabajo estable, autosustentable, glamuroso y de amplios beneficios.
Precios
Los precios de las joyas varían dependiendo de la calidad de la piedra, hay ejemplares que cuestan desde RD$500 pesos si son de una dureza baja (poca calidad), mientras que las prendas de tonalidades intensas superan los RD$6,000 pesos; en cuanto la libra de la piedra supera los RD$7,000 pesos dependiendo de la época del año del año en que se consiga.
Las joyas “rapeadas” o rústicas se venden a precios económicos (de RD$200 en adelante) y los chazos o piedra en bruto salen al mercado a un costo módico dependiendo de la intensidad del azul de la piedra y del precio estipulado por el vendedor.
La mina en la actualidad se encuentra en procesos de ampliación por parte del Gobierno, debido a que el camino es estrecho y pedregoso lo cual representa un riesgo para los mineros u otra persona que se dirija al lugar. A la extracción de la piedra solo se dedican los miembros de la Cooperativa Larimar, resultado del decreto hecho en el 1985 por el entonces presidente Salvador Jorge Blanco, dándole la posibilidad al minero de ser dueño de todo lo que extrae.
Además, por temporadas se encuentra vacía y excavar para obtener un poco de Larimar significa para los mineros tener que bajar aproximadamente 300 metros bajo el nivel de mar.
Las artesanas afirman que sí se puede vivir del Larimar, aunque hay momentos en que el metal semiprecioso se escasea.
En el 2014 se inauguró la Escuela y Taller El Larimar, la cual le ha dado capacitación a cientos de personas para que se puedan desarrollar como artesanos y crear su propio medio de sustento.