La República Dominicana es un paÃs violento, muy violento, y no estamos haciendo lo suficiente para evitar que esa violencia se propague.
Las mujeres siguen siendo vÃctimas de la violencia y no estamos haciendo lo necesario para evitar que sigamos contando cadáveres y lamentando sucesos.
El caso más reciente, de Chantal Jiménez podÃa haberse evitado.
Jensy Graciano Cepeda, su expareja, ya habÃa sido apresado por haberle disparado a Chantal. ExistÃa una orden de alejamiento en su contra, pero como en tantas otras ocasiones, no se respetó. Graciano le disparó en la cabeza a Chantal, de 25 años, y luego se suicidó.
¿Por qué Graciano fue liberado a pesar de haber demostrado sus intenciones de matar a quien hoy es su vÃctima? ¿Por qué tenÃa un arma de fuego en su poder si ya habÃa sido detenido por usarla contra la propia Chantal?
Esta historia sobre Chantal se ha repetido en numerosas ocasiones y no hay consecuencias ni para los jueces, ni para los fiscales, ni para los policÃas que no hacen su parte. Lo más trágico es que el padre de la vÃctima intervino para que fuera liberado el agresor, luego asesino, de su propia hija.

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