ARIZONA: Julio Rodríguez refuerza su caso con “jonrón de piernas”
El preciado prospecto de los jardines de Seattle encapsuló casi todas sus herramientas de élite (velocidad, carrera de bases, poder, impulso e instintos) en una secuencia de 14 segundos que podría haber sido el punto de referencia final en su lista de verificación de desarrollo de jugadores:
Un jonrón dentro del parque.
“La primera vez”, dijo Rodríguez.
Cómo pasó
En un conteo de 2-2 en lo que sabía que sería su último turno al bate, Rodríguez conectó una bola rompiente medio-medio de Emmanuel Clase de Cleveland hacia el jardín derecho-central e inmediatamente encendió sus ruedas. Viajando con una velocidad de salida de 105 mph, la pelota rebotó por debajo de la señal de 385 pies y regresó hacia el cuadro interior con impulso.
“Desde el principio, sabía que lo había hecho bien. Mucha gente podría haber pensado que se estaba apagando, pero en mi corazón sabía que no se había ido”, dijo Rodríguez. “Entonces, una vez que vi la pelota, dije: ‘Está bien, tengo que bajar la cabeza y seguir adelante’.
El jardinero central Will Brennan falló en su intento de recoger, momento en el cual Rodríguez estaba subiendo alrededor de la segunda y haciendo que la posibilidad fuera casi inevitable. Después de un error al correr las bases el día anterior, Rodríguez tenía la vista puesta directamente en el entrenador de tercera base Manny Acta, quien lo estaba señalando extravagantemente a casa.
“Hoy revisé con el entrenador de tercera base, no como ayer, y él solo me estaba enviando”, dijo Rodríguez. “Tenía que asegurarme de tocar la base porque estaba corriendo de inmediato. Siento que, yo mismo, soy mejor corriendo en la distancia, así que una vez que pasé por segunda, me sentí cómodo para seguir adelante. Una vez que me envió, dije: ‘Está bien, tenemos que anotar'».
Rodríguez perdió su casco cuando pasó volando por donde Acta, luego se lanzó de cabeza al plato y superó el tiro del corte con facilidad.
“Está haciendo este club, Mike”, dijo el narrador de los Marineros, Dave Simms, al comentarista Mike Blowers en la cabina. “¡Él está haciendo este club!”
Lo que vieron
El mánager de los Marineros, Scott Servais, tenía quizás el mejor punto de vista de todos, en la barandilla superior del lado del plato de la cueva. Cuando se le preguntó qué estaba pensando mientras Rodríguez se dirigía hacia la tercera, Servais dijo: “‘Mándalo, Manny, mándalo’. Averigüemos”.
Rodríguez trabajó extensamente esta temporada baja con el entrenador Yo Murphy, con sede en Tampa, quien ha ayudado a muchos atletas profesionales, incluidos muchos de la NFL. Está dando sus frutos.
“Se mueve tan bien para lo grande que es”, dijo Servais. «Hice una broma el otro día, ‘¿Cómo se vería si lo reemplaza en la NFL?’ Quiero decir, así es como está construido y así es como se mueve».
Después de que bombeó enfáticamente su pecho al anotar, la multitud presente se volvió loca. Luego, una entrada más tarde, cuando salía del campo, le dieron una gran ovación. Por el altavoz, Pitbull estaba tocando. La letra: «Estoy en llamas».
“Se sintió muy bien”, dijo Rodríguez sobre el reconocimiento. “Al igual que el amor que me muestran los fanáticos de los Marineros. No solo los fanáticos de los Marineros, sino todos los fanáticos del béisbol que están mostrando. Realmente disfruto eso. Es una sensación realmente genial”.
Que significa
Más allá de la ambición de formar parte del equipo, Rodríguez se propuso hacer gala de su velocidad, una herramienta que muchos antes de esta primavera quizás conocían, pero de ser así, remotamente.
“Ahora lo saben”, dijo Rodríguez. “Ahora lo saben”.
Aparte de tres ponches en lanzamientos rompientes y un deslizamiento innecesario a la tercera base el miércoles que le costó una carrera a Seattle, se ha destacado. Más allá de las herramientas en bruto, los Marineros están optimistas sobre su estructura mental.
“Tuvo un día difícil ayer, pero para su crédito se presenta hoy con una sonrisa en su rostro, listo para ir a trabajar”, dijo Servais. “Y lo hablamos. Él aprenderá de eso. Ciertamente no lo afectó esta noche, ningún vestigio de manera negativa en absoluto”.
Después del jonrón dentro del campo, Rodríguez está bateando .360/.429/.720 (1.149 OPS) en 25 turnos al bate en 10 juegos de la Liga Cactus, empatado en la mayor cantidad de tiempo de juego en el equipo, lo que en sí mismo sugiere que los Marineros le están dando todas las oportunidades para que se abra camino en la lista. Y aparentemente está marcando cada casilla.
«Es un techo muy alto, ¿sabes a lo que me refiero?» dijo Servais. “Y eso es lo que emociona a todos los que están a su alrededor. Cualquier entrenador, cualquiera que haya estado a su alrededor, es como, ‘si todo sale bien’. El talento, la confianza está ahí, cómo se comporta y es simplemente un buen compañero de equipo. Es un chico divertido con quien estar”.
A Servais no se le preguntó directamente si Rodríguez se quedará con el equipo después del juego. Servais no diría. Querría decirle al jugador primero. Pero mientras bailaba alrededor de la idea, la dejó abierta.
“Podemos seguir y seguir”, dijo Servais sobre los superlativos. “Nos quedan algunos juegos por jugar en la primavera y veremos cómo se desarrolla a partir de ahí. Pero no podría estar más feliz con la forma en que se desempeñó”.
¿Y Rodríguez? ¿Qué siente que aún tiene que demostrar? “No sé, siento que tengo que seguir haciéndolo todos los días”, dijo sonriendo, irónico
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