OPINION: Una hazaña propia de genio
Profesora al fin, da clases de cómo se reparte el bacalao
En el manual del funcionario, si se revisara bien, aparecen tres condiciones indispensables: presuntuoso, gracioso y burlesco.
Josefa Castillo tiene las tres, aunque sea de Boca Chica. Incluso, tal vez por eso luzca tan atenta, generosa y solidaria.
Su corta gestión va de maravillas, cumpliendo mejor que nadie sus obligaciones políticas: desvincula empleados viejos y nombra nuevos.
La caridad entrando por casa.
Una hazaña propia de genio. Canceló la mitad del personal y llevó el presupuesto de 22 millones de pesos a 26.
Una bagatela, y además, por una buena causa: la justa compensación a los compañeros de partido, a los que se fajaron y son su gente.
La llevaron a la Cámara de Diputados en más de una ocasión, y garrocha en manos, ahora, a la Superintendencia, casi tan grande como un ministerio.
Profesora al fin, da clases de cómo se reparte el bacalao.
Habilidad que de seguro aprendió leyendo la Constitución o estudiando la ley de Carrera Administrativa, pues hizo tortilla sin romper los huevos.
La Boca resultó grande y no Chica, como su nombre. Y lo más interesante: las exempleadas solo se les encueran en la playa.
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