UTAH (EE.UU.): Pasa 11 días en coma y pierde un brazo por bacteria carnívora
A Keirra Eames, residente del estado de Utah (EE.UU.), fue preciso amputarle un brazo por la presencia de una bacteria carnívora que se propagaba muy rápidamente en su organismo y puso su vida en riesgo mortal. Meses después del suceso, la mujer, de 26 años, decidió relatar detalles de su historia.
Su dolencia se manifestó en enero pasado, cuando empezó a sufrir dolor en su brazo derecho y experimentó también síntomas como fiebre y vómitos. “Me desperté a mitad de la noche y sentí como si me hubiera dislocado el brazo, de tanto que dolía”, afirma, citada este lunes por The Sun.
Su marido, Tyler, de 28 años, la llevó a un hospital y los médicos determinaron que padecía de fascitis necrosante, que a su vez se propagaba en sepsis por todo su organismo.
Imagen ilustrativaFallece el estadounidense que perdió el 25% de su piel por una bacteria que se lo estaba comiendo vivo
Los especialistas decidieron inducirle un coma, en el que permaneció durante 11 días. Durante la primera cirugía que le practicaron, los médicos “amputaron un 40 % de la masa muscular” de su brazo, pero la sepsis continuó propagándose. La mujer estaba en estado crítico, pues además sus riñones empezaron a dejar a funcionar.
“Los doctores amputaron un 40 % de mi brazo y algo de mi antebrazo, pero no hubo ninguna mejoría y la infección no se frenaba”, cuenta Eames, y añade que, por si fuese poco, le detectaron líquido en su cerebro.
La estadounidense tuvo que someterse a un total de cinco intervenciones quirúrgicas, y durante la última de ellas, que tuvo lugar el 13 de enero, le amputaron lo que quedaba de su brazo derecho, desde el hombro.
“Me sentí impotente”
Eames relata que se despertó en terapia intensiva y no sabía por qué estaba allí. “Estaba alucinando y no tenía ni idea de lo que ocurría. Cuando entendí que mi brazo había desaparecido, lloré”. Según relata, en aquel momento le resultó difícil aceptar que era cierto lo ocurrido: “Me sentí impotente”, dice.
En un post en Facebook, publicado a finales de junio, Eames afirmó que aún no sabe cómo contrajo la fascitis necrosante.
Más allá de eso, contó que ha tenido que adaptarse a la nueva vida sin un brazo, ya que es imposible hacerle una prótesis debido a lo poco que restó de su extremidad. De cualquier manera, añadió, su familia la apoya mucho.
La fascitis necrosante es una rara infección bacteriana que se propaga rápidamente por el cuerpo. Una de cada tres personas que la contraen mueren, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. Entre los síntomas iniciales se enumeran fiebre, mareos o náuseas, poco después de sufrir alguna lesión o cirugía.
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