Titulares

OPINIÓN: Las décadas de padres sin vergüenzas, menores que hacen lo que les da ganas.


Los tiempos han cambiado vertiginosamente, no es un secreto, pero no es verdad que el ser humano con responsabilidades de padre y madre se va agarrar de esa oración o frase dicha para indicar que las cosas que hacen nuestros hijos es culpa del presente, pues están equivocados. Los tiempos pasan, pero el que sabe criar, eso no le afecta para nada, sino pregúntenles a nuestros abuelos.

Lo que hemos visto en las últimas publicaciones de noticias y redes sociales respecto a jovencitas, o adolescentes desaparecidas, es una pena, cómo estas toman de tontos y estúpidas a sus padres, saliéndose con sus planes macabros, o más bien sexuales.

No cabe en la cabeza de nadie, que algunos hijos les hablen mentiras a sus padres, y estos placenteramente viviendo en otra galaxia, y no se preocupan por saber cuáles son los pasos en que están estos chavales dando, tanto en las calles, escuelas, colegios o cuando visitan casa de un familiar.

Le excusa más inocente es que apareció sana y salva…pero se hacen los ingenuos, ya que todo mundo sabe dónde realmente estaban metidas.

¿Cómo un padre sale a defender, a pelear y a vociferar palabras mal sonantes o a echar un pleito con algún adulto, porque supuestamente este es responsable de manosear, besar o acosar a una de estas “viejitas menores de edad” que están en una discoteca a las 4 de la madrugada o esperando que un artista de música urbana termine su concierto para irlo a besuquear?  ¿Con que pudor, con que vergüenza?

Es una vagabundería y falta de crianza con responsabilidad cuando un muchach@ de estas, que apenas saben hacinarse sus partes, otras no lo saben, que lleven objetos, artículos de gran valor o dinero en efectivo sin tener la edad o capacidad para producirlo, y que los padres se hagan los mensos, locos y pendejos, ignorando un hecho que saben a leguas que está mal.

Peor aún es, cuando se le da permiso, en algunos casos a estas muchachas y muchachos con edades de 14 a 17 años para que salgan a emborracharse, trancarse en cabañas, y más aún retornando a las 4 o 6 de la mañana a sus casas sin que esto no sea reprochado, pero estamos en la era de las décadas de padres sinvergüenzas (1990 y los 2000), que no valen un chele, y que luego quieren pedir respeto si mal hablan de sus hijos, de ellos y de su accionar de puterío y descrédito.

Entendemos que hay leyes que protegen a los menores, pero esas sólo hacen hincapié en cuando estas son abusad@s por un adulto con malas intenciones, pero claro que esto se puede evitar con una buena educación en valores, respeto y rectitud del hogar.

¿Por qué, esa ley no lleva a las cárceles a esos padres sin respetos, granujas, descarados, que con sus malas y débiles crianzas llevan a estas muchachas y muchachos al mundo bajo de con tan poca edad ya se están prostituyendo en las calles, son objetos de todo aquel que pueda pagar un rato de estas con 500 pesos o algo más, comprarlas con el pantalón jean y la blusa regalada, la pasola, dádivas permanente de dinero a cambio de sexo exprés, etc.?

Es una pena y una clara realidad de unos supuestos padres que han decidido ellos vivir a su manera sus vidas y permitir que las de sus hijos sea un dolor de cabeza eterno en el futuro, que no será otra más que un calvario, un equívoco en la sociedad, una reproducción extemporánea de bebes, abortos, y el ejemplo de ell@s ser los mismos o peores padres para sus hijos, ya que de tal palo, tal astilla.
Por Héctor Solís. Tomado de el Diario de San Juan