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BARAHONA: Director hospital Jaime Mota dimite ante gestión marcada por el caos

BARAHONA.- El doctor Cornelio Rodríguez dimitió este miércoles de su puesto en el hospital regional universitario Jaime Mota, tras una administración marcada por la turbulencia, el caos y la ineficiencia gerencial, cuya carta de renuncia fue remitida en día 8 de enero al director Ejecutivo del Servicio Nacional de Salud (SNS),  Chanel Rosa Chupany.

Rodríguez fue designado en la gerencia de ese centro el pasado 4 de junio de 2018 por la exministra de Salud Pública, Altagracia Guzmán Marcelino y el exdirector Seguro Nacional Salud (SNS), doctor Nelson Rodríguez Monegro.

Al cabo de unos días de asumir las riendas del centro regional, su gestión fue matizada por los despidos masivos de empleados, que según informó eran eficientes en sus labores.

La reacción no se hizo esperar por destacadas figuras del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), por las cancelaciones abusivas de empleados, para supuestamente crear plazas a sus colaboradores más cercanos.

La gestión de Cornelio Rodríguez pronto entró en declive y queda estigmatizada históricamente como la más “penosa”, ya que entre enero y abril 2018 se produjeron 43 muertes de niños, también hay que agregar otras 17 muertes entre septiembre y octubre del mismo año, ocurridas éstas últimas en la maternidad del hospital Jaime Sánchez, cuyos pacientes eran del Jaime Mota, pero por condiciones de remoción de la infraestructura de éste último, las parturientas fueron ubicadas allí.

Se agrega que entre el viernes 26 y lunes 29 de octubre fallecieron dos o tres parturientas, pero las autoridades del Jaime Mota encabezada por Rodríguez se cohibieron en confirmar el número exacto de muertes, porque entendían que era “un tema país”.

La administración de Rodríguez no pudo afrontar las serias precariedades que atraviesa ese hospital, no resolvió el tema de las mamografías porque el existente está dañado; además, se presume que en su gestión la electricidad causó estragos al quemar el doppler, un instrumento vital para la salud de la región.

Las denuncias de los pacientes no se hacían esperar en los pasillos del centro por la ineficiencia en los servicios, calificando al hospital en un “matadero” por la falta de insumos y de hilo para satura de leves heridas. También escaseó el yeso para inmovilizar las fracturas, los pacientes tenían que salir a comprarlo.

Los médicos de menor jerarquía, pero con suma responsabilidad en el hospital se quejaban de que cuando telefoneaban a Rodríguez para la solución de cualquier inquietud no contestaba, igual evento padeció el director nacional de la “Seguridad Hospitalaria”, el coronel Ramón Andújar, que hace más de un mes acudió al despacho del director y permanecía cerrado a eso de las 11: 00 de la mañana y no se pudo comunicar vía celular y tuvo que marcharse a otras encomiendas.

Hay que recordar que después del escándalo por las 43 muertes  de enero-abril registradas en ese hospital, el Colegio Médico Dominicano se pronunció el lunes 7 de mayo y denunció la existencia de cuatro gérmenes como responsables de las sepsias neonatales en el Jaime Mota, cuyos microorganismos se encontraban en diferentes áreas del centro de salud.

Según el informe del CMD, los gérmenes son serratia marcescens, en un 39 por ciento, klebsiella y estafilococos en un 25 por ciento cada uno, y E. Coli en un 12.5 por ciento

Además destacó las carencias que tiene el hospital citaron:

Falta de gases arteriales, electrolitos séricos.
Solo funcionan dos incubadoras y una sola lámpara térmica.
Tiene una sola área de perinatología, pasante de posgrado.
Tiene 32 camas de perinatología.
Solo hay un pediatra por servicio de 24 horas.
Tienen nueve pediatras pero tres no hacen servicios por edad y por motivos de salud.
En emergencia pediátrica se juntan adultos y niños.
No hay oxígeno, ni manómetro.
La emergencia de medicina interna solo tiene cuatro camas.
No hay electrocardiograma.
La emergencia de ortopedia solo posee cuatro camas.
Los fines de semana y días feriados tienen un solo médico general, para el hospital completo.
Una sala común, con cuatro camas, llamada intensiva.
OMAR MEDINA