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¿Dormir mucho puede ser un síntoma de demencia?

 Las personas que duermen constantemente más de nueve horas cada noche tenían el doble de riesgo de desarrollar demencia en diez años en comparación con los participantes que durmieron durante nueve horas o menos, según una nueva investigación. El trabajo, que aparece en la revista ‘Neurology’, también encontró que aquellos que dormían más tiempo tenían volúmenes cerebrales más pequeños.

Se estima que el número de estadounidenses con la enfermedad de Alzheimer y otras demencias crecerá cada año a medida que aumenta el tamaño y la proporción de la población de Estados Unidos de 65 años de edad y mayores. Para el año 2025, se calcula que el número de personas mayores de 65 años con la enfermedad de Alzheimer será de 7,1 millones.

Se estima que el número de estadounidenses con la enfermedad de Alzheimer y otras demencias crecerá cada año a medida que aumenta el tamaño y la proporción de la población de Estados Unidos de 65 años de edad y mayores. Para el año 2025, se calcula que el número de personas mayores de 65 años con la enfermedad de Alzheimer será de 7,1 millones.

Se pidió a un grupo grande de adultos inscritos en el ‘Framingham Heart Study’ (FHS) que indicaran cuánto tiempo dormían cada noche y se les observó durante diez años para determinar quién desarrolló demencia, incluyendo demencia por enfermedad de Alzheimer. Entones, investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston (BUSM, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, analizaron los datos de duración del sueño y examinaron el riesgo de desarrollar demencia.

“Los participantes sin un título de educación secundaria que dormían más de nueve horas cada noche tenían seis veces más de riesgo de desarrollar demencia en diez años en comparación con los participantes que dormían por menos. Estos resultados sugieren que tener formación superior puede proteger contra la demencia en presencia de una duración larga de sueño”, explica el coautor Sudha Seshadri, profesor de Neurología en BUSM e investigador senior de FHS.

Según los investigadores, los resultados sugieren que el sueño excesivo puede ser un síntoma más bien que una causa de los cambios del cerebro que se producen en la demencia. Por lo tanto, es improbable que las intervenciones para restringir la duración del sueño reduzcan el riesgo de demencia.

“La información sobre la duración del sueño puede ser una herramienta clínica útil para ayudar a predecir a las personas en riesgo de progresar a la demencia clínica dentro de diez años. Cuando las personas aportan información sobre un tiempo de sueño largo puede ser suficiente para justificar su evaluación y seguimiento de los problemas con el pensamiento y la memoria”, apunta Matthew Pase, del Departamento de Neurología de BUSM e investigador de FHS.