El poder Judicial anda muy mal
Al celebrarse el día del Poder Judicial, a cuyo acto de Barahona he asistido, por la fe que tengo en algunos de sus funcionarios, lo encontramos en muy mal estado, sumido en la falta de recursos y en el descrédito.
Se puede afirmar que no es tal poder, que es una pantalla del Poder Ejecutivo, como lo es el congreso y hasta los poderes no formales.
Un poder que solo castiga a los pobres, culpables y a veces inocentes, pero condenados para encubrir a los culpables, o para salir del paso frente a la opinión pública, no merece llamarse poder.
Estamos hablando de una institución, de un poder del Estado, no de todos sus componentes, ya que en el Ministerio Publico y en el cuerpo de jueces hay gente seria, pero son los primeros que cuestionan las malas actuaciones de ese poder.
Tenemos más gentes fuera del sistema mandando, imponiendo sus intereses, que los que mandan en el sistema mismo, lo que ocurre en todas las materias y lo hacen con el tráfico de influencia y con el dinero, mayormente sucio y corruptor.
Si hacemos un ejercicio de actualidad con la corrupción y tomamos los expedientes de los súper tucanos y el de Odebrecht, comprobamos junto al pueblo que estamos siendo víctimas de la corrupción, el encubrimiento y la impunidad, ya que nuestro gobierno a diferencia de los de Estados Unidos, Panamá, Perú, Ecuador y otros, está encubriendo la corrupción y a los corruptos.
Y no me vengan a sacar al Presidente de la República de los responsables de la situación, ya que el es el principal responsable en este país presidencialista, al que le prometió castigar la corrupción hasta por rumores y ahora, con pruebas, no da el primer paso y casi no dice nada, por eso entre otras cosas, el poder judicial anda muy mal.