El reto de la política
El ejercicio de la política ha decaído en el aprecio de la opinión pública. Y ese deterioro en la opinión pública está más que justificado.
La clase política ha sido demasiado decepcionante frente a las expectativas de la población. La gente ha querido ver a sus dirigentes equivocarse en la dirección correcta y eso no ha sucedido.
Hay, en consecuencia, una especie de confusión y resentimiento colectivo que bien pudiera ser entendible frente a las frustraciones ante las actuaciones de la clase política en sentido general.
Se ha actuado de manera muy irresponsable y lo cierto es que el país bien pudiera alegar que no tiene razones para sentirse representada por la clase política dominicana.
Una buena parte de la sociedad parece haberse llenado de resentimiento y está tan envenenada que no repara en asumir posturas irracionales. Muchos parecen estar contra todos y todas las cosas que se plantean en el escenario político.
Obviamente, no es una buena señal para un país que busca consolidar un sistema democrático capaz de garantizar la paz. Lo cierto es que debemos ponerle atención a eso, si queremos avanzar.
