China quiere sacar de la pobreza a 30 millones de personas en 2020
La erradicación de la pobreza es el siguiente paso para que China, segunda potencia económica a nivel mundial, logre un desarrollo pleno, explicó hoy a Efe el director del Centro de Investigación de Derechos Humanos de la Universidad de Nankai, Chang Jian, durante el Foro de Derechos Humanos en Pekín.
El gigante asiático ha emprendido una campaña para sacar de la pobreza a 30 millones de personas en 2020, después de haberlo logrado con 68,57 millones en los últimos cinco años, sobre una población total de más de 1.300 millones.
“Tengo confianza en que se logre”, señaló Chang, que destacó el éxito de las medidas puestas en marcha por el Gobierno, como la creación de empleos para la gente sin oportunidades -especialmente en las zonas rurales- o los beneficios sociales para las personas que sufren algún tipo de discapacidad.
Otros expertos que participaron en el encuentro, como Wim Janse, profesor de la Universidad de Amsterdam, también se mostraron convencidos de que China conseguirá erradicar la pobreza en 2020.
“Si alguien es capaz de hacerlo, ese es el partido comunista liderado por el presidente chino, Xi Jinping”, aseveró Janse.
La agenda de este foro ha estado centrada únicamente en los logros y retos de China en su lucha contra la pobreza, sin abordar otras cuestiones relativas a los derechos humanos, como la libertad de expresión.
Preguntado a este respecto, el profesor Chang aseguró que la campaña contra la pobreza también está permitiendo mejorar otros derechos, porque “todos están conectados”.
“Cuando una persona está fuera de la situación de pobreza, entonces está lista para alcanzar otros derechos, porque entonces tiene tiempo para participar en asuntos públicos y lograr sus sueños y derechos”, añadió.
En el foro, que concluirá mañana, no participan organizaciones de defensa de los derechos humanos, que constantemente alertan de que China afronta actualmente uno de sus peores momentos en derechos humanos desde la matanza de Tiananmen en 1989.
Bajo la presidencia de Xi Jinping, que llegó al poder en marzo de 2013, las autoridades chinas han reprimido a algunos de los más prominentes abogados chinos de derechos humanos y han intensificado la represión contra los musulmanes que residen en la región de Xinjiang, según denuncian organizaciones como la ONU.
