Titulares

Cuidado con alterar el Himno Nacional Dominicano

El Himno Nacional Dominicano es una pieza musical y poética, creada en el año 1883 por el poeta y abogado Emilio Prud’Homme y con partitura musical de José Reyes, modificada por el mismo autor en 1897, el cual fue consagrado oficialmente como símbolo patrio en el gobierno del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina en el 1934.

 Originalmente tuvo varios errores académicos en su texto, por lo que muchos escritores de la época lo criticaron, e inclusive presentaron propuestas de modificación y luego de revisarse aquellas recomendaciones, el propio autor presentó correcciones métricas que dieron al traste con la que finalmente se aprobara en 1897, pero que no pudo oficializarse por la muerte del entonces presidente  Ulises Heureaux (Lilís).

 No es hasta el 1934, siendo presidente de la república el dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina, que el Congreso Nacional lo acoge como el canto oficial de la patria, y desde entonces es costumbre iniciar todo tipo de actividades, interpretando las gloriosas notas de esta joya de la literatura hispánica.

 El Himno Nacional Dominicano está amparado por una perfecta estructura poética que contiene los siguientes elementos:

 1)      Doce estrofas denominadas serventesios, por su diseño amparado en cuatro versos cuya rima obedece a la construcción ABAB, o sea que todos sus versos tienen finales combinados el primero con el tercero y el segundo con el cuarto.

2)      Son versos decasílabos, o sea de 10 sílabas. Lo que significa que si le quitáramos QUISQUEYANOS para sustituirlo por DOMINICANOS como proponen algunos, estaríamos violando la métrica decasílaba del poema completo, ya que esta tendría entonces once sílabas. Sería por tanto una aberración desde la óptica literaria.

 3)      Cada uno de estos versos tiene una musicalidad interior perfecta, porque todos tienen acentuación prosódica en las terceras, sextas y novenas sílabas de cada verso; esto leagrega ritmo perfecto a sus letras. Si fuera DOMINICANOS VALIENTES ALCEMOS se rompería la perfección de ese ritmo, porque el primer acento caería en la cuarta sílaba y no en la tercera como sucede en los 47 versos restantes.

 Es importante leer los artículos que los destacados periodistas Rafael Molina Morillo y Alex Ferreras, al igual que yo y muchos más, objetamos esta propuesta, basados en conceptos similares a los ofrecidos en este artículo.

 Vaya entonces esta contrapropuesta hasta nuestro Tribunal Constitucional, en interés de que se respete nuestro canto nacional y se mantenga exactamente como está, en el entendido de que los dominicanos somos también reconocidos universalmente como quisqueyanos, ya que este vocablo identifica actual y únicamente a la media isla en la que vivimos, tal y como le han cantado tantos buenos compositores.

Por Ramón Saba