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“Leonel Fernández depresivo, desesperado y suicida”

Leonel Fernandez.El comentarista de televisión y articulista del Listín Diario, Óscar Medina, escribió hoy que el expresidente Leonel Fernández está actuando con una vocación suicida que denota desesperación y depresión, lo que en su parecer queda demostrado con el acto del domingo.

Con una crítica ácida al exmandatario por tratar de cerrarle el paso a la reelección de Danilo Medina, el comentarista pronostica olas embravecidas que amenazan la figura de Fernández, citando las posiciones públicas en su contra de poderes fácticos como la Iglesia, el empresariado y la embajada estadounidense.

Dejando clara su posición danilista, Medina dio por aniquilado el proyecto presidencial de Fernández debido a que, entre otras razones, “la lucha contra la corrupción tiene su nombre”.

Por considerarlo de interés para los lectores de Nuestro Tiempo, se reproduce a continuación el texto completo del artículo tomado del periódico Listín Diario.

Óscar Medina

La habilidad política, inteligencia y sagacidad de Leonel Fernández la admiten hasta sus más enconados adversarios… De ahí que nadie pueda comprender algunas de sus últimas actuaciones.

Cuando debió tomarse unas vacaciones a partir de agosto del 2012 y sustraerse del debate nacional –como hacen los líderes cuando abandonan el poder–, se mantuvo merodeando el escenario político, colocando abanicos y midiendo como aprendiz de meteorólogo la intensidad de los vientos que asomaban a su imaginación.

Ahora insiste en un proyecto político que se presenta cuesta arriba, arrastrado por la ambición de volver al poder donde ha estado doce años, sin importar los costos onerosos que semejante insensatez pudiera tener tanto para él como para su partido y para el país.

Nadie en sano juicio le discute el derecho, la valentía y la tenacidad que demuestra para superar los obstáculos insalvables que tiene en el camino, pero entre esa tenacidad y la ambición hay un límite imperceptible, muy sutil, que su proverbial intuición e inteligencia debieron notar hace rato.

Un político de la trayectoria de Leonel tiene que saber identificar el momento de izar bandera y cuándo ordenar arriarla… de la misma forma en que sabe un buen capitán cuándo se aproxima un mal tiempo porque lo anticipan vientos y tronadas, se levantan fuertes oleajes que estremecen la embarcación y en el horizonte se otean rayos y centellas.

En el caso político dominicano no es necesario navegar mucho para ver señales claras: la posición de los llamados poderes facticos ante “la lucha contra la corrupción” tras conocerse el fallo favorable a Félix Bautista no puede ser más clara y precisa, además de contundente y concluyente.

La Iglesia Católica no tardó en pronunciarse, y aprovechando el “Sermón de las Siete Palabras” lanzó duras críticas contra “el sistema de Justicia y la corrupción política”, calificó la instancia judicial como “una vergüenza” y definió al corrupto como “un hombre sin dignidad”, reafirmando el enfoque de su carta pastoral con ocasión del Día de la Independencia. “Con la Iglesia, los empresarios y los americanos en contra, a Leonel sólo hay que sumarle la alta tasa de rechazo que tiene para lograr la ecuación perfecta: ¡Su proyecto de retorno para el 2016 está prácticamente aniquilado…!”.

La cúpula empresarial no perdió tiempo y emitió un ríspido comunicado expresando preocupación por lo que llamó “una crisis de desconfianza” en el Poder Judicial.

Miren este fragmento de su filípica ocasional:
“No puede haber confianza en las instituciones y en el Estado mismo si no hay confianza en la independencia del Poder Judicial, y si sus decisiones son objeto de cuestionamientos públicos generalizados; esto se agrava cuando se percibe que la administración de justicia no cumple su rol o constituye un obstáculo para las investigaciones relacionadas a actos de corrupción administrativa en sus distintas vertientes”.

Al barraje se unió la embajada de los Estados Unidos con una tercera visita del embajador Brewster al procurador Domínguez Brito para tratar “el tema de la lucha contra la corrupción” que en la oportunidad se encargó de divulgar el departamento de prensa de la Embajada para que no quedara ninguna duda del mensaje.

En esta coyuntura hablar de “lucha contra la corrupción” a propósito del juicio contra Félix Bautista y el consecuente fallo de la Suprema, lleva nombre y apellido y cae como golpe al mentón de un proyecto político en particular: el de Leonel Fernández…

…Porque la decisión a favor de Bautista tiene irritada a buena parte de la sociedad que ve a Leonel detrás, con razón o sin ella. Pero a fin de cuentas el presidente del PLD es el principal derrotado de esta causa. Con la Iglesia, los empresarios y los americanos en contra, a Leonel sólo hay que sumarle la alta tasa de rechazo que tiene para lograr la ecuación perfecta: ¡Su proyecto de retorno para el 2016 está prácticamente aniquilado…!

Aún así –y anteponiendo la ambición a toda lógica política– pretende cerrarle la puerta en la cara a la continuidad de un presidente popular… actuando como el Toro de Miura que cierra los ojos y ataca por instinto…

…Una locura que se configuró en el insensato acto de ayer domingo, encuentro organizado para enseñar músculos en desafío al Presidente Medina y al Comité Político del PLD supuesto a reunirse este domingo 19 para discutir la posibilidad de modificar la Constitución.

Un hombre de las luces de Leonel Fernández ha perdido inexplicablemente la perspectiva ignorando que a veces la retirada táctica es única garante de un retorno exitoso: Cuando Winston Churchill fue designado primer ministro en los albores de la Segunda Guerra Mundial, una de sus primeras decisiones fue ordenar la evacuación de Dunkerque que permitió el rescate de más de 200 mil soldados británicos y unos 100 mil franceses acorralados por las tropas del Tercer Reich en el norte de Bélgica.

El mismo hombre de verbo flamígero y guerrerista, retiraba las tropas aliadas de Europa Continental. Ni huyó ni fue cobarde… al contrario: tuvo la inteligencia de preservar sus ejércitos para batallas más auguriosas.

Cuatro años después entró con sus aliados por Normandía y dio un giro definitivo a la conflagración mundial para demostrar una vez más que retirarse a tiempo no es cobardía sino sabiduría…

Porque la vocación suicida no es virtud y por el contrario denota depresión, desesperación, decisión extrema… Justo lo que está haciendo Leonel.