Titulares

Falso Shaolin asesino, condenado a 38 años

shaolinEl falso monje Shaolin Juan Carlos Aguilar Gómez ha sido condenado a 38 años de cárcel por el asesinato con alevosía de dos mujeres en Bilbao en junio de 2013, según fuentes judiciales.

El 24 de abril, el jurado declaró culpable a Aguilar por asesinar a la ciudadana colombiana Jenny Sofía Rebollo y la nigeriana Maureen Ada Otuya, crímenes que dejaron en evidencia la desprotección y vulnerabilidad de las mujeres inmigrantes. Sin embargo, el jurado no apreció ensañamiento, al igual que la Fiscalía.

Este jueves, el magistrado presidente del tribunal, Manuel Ayo, ha dictado la sentencia en la que se detalla la pena que se le impone al acusado: 38 años de prisión, dos menos de los que pedía el fiscal, a razón de 19 por cada asesinato.

El juez ha rebajado estos dos años a el falso monje Shaolin por no tener antecedentes y haber reconocido los asesinatos. El máximo de pena que puede cumplir son 25 años de cárcel.

La estimación del agravante por ensañamiento hubiera influido en el tiempo máximo de condena, ya que si se hubiese apreciado, la pena máxima hubiese sido de 30 años. En su escrito, el magistrado no entra a valorar la cuestión del ensañamiento al considerar que esta cuestión no se introdujo en el veredicto.

En una primera valoración, recogida por Radio Euskadi, el abogado de la familia de Ada Otuya ha mostrado su disconformidad con la codena por no ser la máxima posible. “No compartimos en absoluto que esas circunstancias personales sean motivo para ahorrarle dos años de prisión”, ha lamentado.

El juicio se celebró entre los días 17 y 22 de abril en el Palacio de Justicia de Bilbao, y a preguntas del Ministerio Público, el ahora condenado reconoció los hechos relatados por el fiscal en su escrito de acusación. “Sí, lo reconozco todo”, aseveró, en la frase más larga que pronunció en la vista oral.

La colombiana Jenny Sofía Rebollo, de 40 años, tenía dos hijos de corta edad, uno que residía con ella en Bilbao y el otro en Colombia. Por su parte, Maureen Ada Otuya, nigeriana de 29, residía en Bilbao desde hacía un año tras haber intentado buscarse la vida anteriormente en Vitoria-Gasteiz y otras ciudades del Estado.