Titulares

Damas unidas por la buena voluntad

Cuando la voluntad y la solidaridad se unen, las fronteras no existen. Así lo comprobamos al departir con las invitadas al encuentro La Hora del Té de LISTÍN DIARIO. Un equipo de entusiastas damas, encabezado por Erika Van Almsick, exembajadora alemana en el país y precursora de la Fundación Dominico Alemana.
Ellas han asumido con amor su función de trazar las directrices de los proyectos de la institución y velar por su cumplimiento. La responsabilidad, compromiso y empatía ha convertido a estas nobles mujeres en instrumento de movilización en la búsqueda de recursos para apoyar los planes de salud y la matrícula de 100 niños y niñas que anualmente se integran a los programas educativos.
La reunión estuvo matizada por la dulzura de la dama diplomática, llamada por los miembros de la directiva de la fundación y los habitantes de la comunidad de Nigua “Tía Erika”.
A través de sus gestiones como embajadora, consiguió que el gobierno del extinto presidente Antonio Guzmán donara los terrenos para la construcción del leprocomio que hoy está bajo la asistencia del Ministerio de Salud Pública, y un espacio para construir la actual policlínica Nuestra Señora de las Mercedes, que asiste alrededor de 150 pacientes por día.
 TESTIMONIO DE LA PRECURSORA
  “En mis labores de embajadora, el nuncio de la época me solicita que vaya a este pequeño poblado de San Cristóbal, a ver cómo estaban las Hermanas Mercedarias que cuidaban a los leprosos, y me encontré con una comunidad abandonada entre la lepra, hacinamiento y pobreza, pero al mismo tiempo con tanta gente amable y alegre, a pesar de las calamidades. Quedé vinculada emocionalmente, y decidí trabajar en favor de Nigua”, nos relata Van Almisick, evidenciando la bondad de su corazón. 
CONSTANCIA
Desde el 1989, la Policlínica de Nigua está atendiendo -gracias a los esfuerzos de colaboración de Alemania y  República Dominicana- a alrededor de 150 pacientes diarios, explica Johanna de Mera, asesora de la entidad sin fines de lucro.
“Ofrecemos consultas en las áreas de ginecología y obstetricia, pediatría, epidemiología, medicina interna, cardiología, cirugía menor y odontología; además de servicios de laboratorio y farmacia”, informa De Mera.
La Fundación Dominico Alemana trabaja de manera estratégica, realizando operativos médicos con otras instituciones aliadas, a fin de optimizar los recursos, logrando ampliar el diámetro de beneficiarios.
Programa Tía Erika
En el 2011 la Fundación Dominico Alemana inició su programa para niños de bajo peso “Tía Erika”, que actualmente ofrece a cien niños y niñas, además de una merienda nutritiva, las herramientas básicas de aprendizaje para su desarrollo bio-sicomotor, intelectual y socioemocional, para que puedan insertarse con éxito a la educación formal.
Licelott Baigés, directora ejecutiva, enfatiza: “Nuestro programa trabaja con las familias, de modo que puedan lograr los objetivos de salud básicos: mejoramiento de los hábitos de higiene y cuidados preventivos, planes de nutrición, asesoría y apoyo familiar para fortalecer los vínculos afectivos y de comunicación en el hogar”.
La ejecutiva está convencida de que los niños a quienes se les fomenta el amor a la escuela son los futuros profesionales, porque crecen con la esperanza de que hay un mañana para ellos.  “El niño que aprende a leer y escribir, sumar y restar sigue la escuela. Esta es una medida infalible para combatir la deserción escolar”.
“Cuando escuchas el testimonio de madres que te confiesan que por ver a sus niños entusiasmados asistiendo a la escuela, ellas se motivan a ser alfabetizadas, entiendes que ha valido la pena cualquier sacrificio realizado en pro de este proyecto”, enfatiza Baigés con una emoción que contagia.
Un llamado  
Se necesitan manos dispuestas a colaborar en los programas con su tiempo, conocimientos especializados y aportes  económicos, patrocinando  la educación de un niño o niña en edad preescolar.