Titulares

Así tratan a nuestros héroes

Claudio A. Caamaño Vélez

La verdad es que había pensado que ya lo había visto todo, creía que conocía hasta donde era capaz de llegar este sistema en su humillación al pueblo dominicano. Pero lo que vi hoy, eso no tiene perdón ante los ojos de Dios, ni mucho menos ante los ojos de los hombres.
Como es posible que en la República Dominicana no se respeten ni los huesos de los héroes. Mi padre me llevó al Cementerio Municipal de Santiago para mostrarme la tumba de uno de sus compañeros caídos en la búsqueda de un mejor país, de uno de los ocho hombres que vinieron por Playa Caracoles junto a Francisco Alberto Caamaño Deñó a liberar a nuestro país del régimen asesino y traidor de Joaquín Balaguer. Mi padre quería que yo supiera donde estaban los restos de unos de los jóvenes más puros que ha dado nuestro país, y sin duda uno de los más grandes hombres que ha nacido en la ciudad de Santiago.
Al dirigirnos a las oficinas del Cementerio Municipal de Santiago para preguntar por la ubicación de la tumba de Ramón Payero Ulloa, nos sorprendió la noticia de que sus restos habían sido depositados en un osario común por falta de pago. Lo tiraron ahí donde tiran los restos de los que no tienen dolientes, ahí donde los estudiantes de medicina buscan huesos para sus prácticas, ahí donde se mandan al olvido los seres que ya no hay que recordar.
            Que descorazonador fue ver como un ser humano que dio su juventud y su vida por este país, no se haya ganado ni el derecho de tener un pequeño lugar en un cementerio público de la ciudad en que nació. Que no tenga siquiera una tarja con su nombre que señale el nicho donde están sus restos. Es lo más decepcionante que he visto en mi vida. Que Dios perdone a los que permitieron ese hecho atroz e inhumano, porque yo nunca los perdonare, y espero que nuestro pueblo tampoco lo haga.