S.E.R. Monseñor Jude Okolo en las Fiestas Patronales de Barahona
Depuntaba el alba el martes 7 de octubre, 2014,
preparándonos para las últimas actividades del programa de nuestras fiestas
patronales, a cargo de nuestra Catedral Nuestra Señora del Rosario, que este
día tenía fiesta solemne de la Virgen del Rosario, solemne procesión por las
calles de la ciudad , solemne eucaristía y santa eucaristía.
A las 8:00 de la mañana salimos de nuestra Catedral en
solemne procesión presidida por el padre Marcas; su fiel rebaño recorrió las
calles Nuestra Señora del Rosario, General Cabral, Mella y María Montez hasta
penetrar en la Catedral, llenos de paz y alegría, acompañados todo el trayecto,
con sus paradas por nuestra madre protectora y victoriosa.
A las 9:00 de la mañana penetraba a nuestra catedral, cual
rayo de luz, S.E.R. Mons. Jude Okolo, tan cercano como parte de nuestros
orígenes y parte del crisol de nuestras raíces, que luego Sombolo, ese cultor
de nuestro folklor y parte del folklor del mundo, nos trajo al salón con ritmo
y baile africanos, que hacían sonreir de satisfacción al representante de su
santidad el Papa Francisco y que a gran parte de los presentes, nos ponían la
piel de gallina.
La presencia en la Región Enriquillo, 20 años después, como
confesara Monseñor Okolo, que le enseñó a conocer y a querer a nuestro país,
iniciando por esta región, nos llenó de alegría, al igual que todas sus
expresiones sobre lo nuestro y los nuestros, entrelazados, en un profundo amor
cristiano.
A.E.R. Monseñor Rafael Leonidas Felipe Núñez, el padre,
Marcos, los demás sacerdotes, miembros y feligreses de nuestra iglesia
católica, ofrecieron el recibimiento y acompañaron en la solemne eucaristía,
haciéndonos sentir orgullosos de nuestros pastores y guías, en momentos tan
difíciles para nuestra sociedad.
Las autoridades civiles, militares y policiales de Barahona
se portaron a la altura del momento histórico que vivíamos y el pueblo de
Barahona, pueblo de Dios, con su calor, educación y amor, nos dio el marco
perfecto para esta extraordinaria celebración.
Hasta el deterioro físico de
la Catedral, con el desprendimiento de pintura y concreto, con las
filtraciones, fruto del abandono a que nuestras autoridades tienen sometido a
nuestro pueblo y sus obras, cedió ante la solemnidad y majestuosidad de la
celebración, a la espera de que se produzca el milagro de San Juan, el de La
Vega, el Distrito Nacional, el de Higuey, o el de otras catedrales restauradas,
porque hasta en ésto, a Barahona nos tienen atrás.
El ambiente se tornó más alegre y festivo, con el ofertorio
o las ofrendas al representante del santo padre, por parte de un pueblo
eminentemente cristiano: Larimar, único en el mundo, en especial un rosario confeccionado
con manos santas barahoneras para Monseñor Jude Okolo, Sal, frutas, cañas, que
recuerdan el trabajo del obrero y el campesino, también la explotación del
hombre por el hombre, tan antigua como negativa, nuestro vino, tal vez no tan
dulce, ni caro, pero es nuestro vino, la uva, su materia prima y otros
productos que recuerdan que no somos el sur profundo, sino el sur fecundo.
La coronación de la nieta de Noelia, como reyna, la poesía
de dos niñas, nos reiteraban, que estábamos en una solemne eucaristía, pero
como advirtió el padre Marcos, en medio de nuestras fiestas patronales en honor
a nuestra patrona Nuestra Señora del Rosario.
La exposición de dos feligreses, una que invitaba a
S.E.R. Mons. Jude Okolo a estar con
nosotros el 7 de octubre del 2015, el otro le invitaba conocer más de cerca
nuestro territorio, a disfrutar su belleza y sus productos, a lo que respondió
positivamente Monseñor, que despidió la solemne eucaristía, con abrazos y
saludos, entregándose junto a su sencillez y su don de gente, que me llevan a
decir que S.E.R. Mons Jude Okolo nos dio el final perfecto de las fiestas
patronales de Barahona.