POR MANUEL MEDINA

POR MANUEL MEDINA

 

Es difícil lidiar en una sociedad que a través de su historia ha venido recibiendo engaños tras engaños. Nos adaptamos a un modus vivendi de ayante; de mentira, nos  tratan con mezquindad y nos hacemos dadivados, y sin darnos cuenta nos convertimos en masoquistas.
 

Es preciso que los dominicanos, y en especial los barahoneros, hagamos una profunda reflexión sobre lo que ha venido ocurriendo en nuestra provincia y de manera especial en nuestro municipio, “Santa Cruz de Barahona”, de cuatro o cinco décadas atrás, hasta la fecha.

Cuando tenemos la oportunidad de juntarnos, los que tenemos una edad, pasada el meridiano, (cincuenta años o más), y comenzamos a recordar todos los atractivos que tenía nuestra ciudad, lugares de recreación sencillos; pero no  simples, no modernos; pero si civilizados. Sentimos nostalgia. Algunas de estas remembranzas son las siguientes:

Playa Saladillas: sin lugar a dudas la mejor y más cercana playa de nuestro municipio, donde todos los barahoneros contemporáneos vivimos inolvidables momentos de recreación.

Playa Rio Caño, próxima a Saladillas, donde al terminar el baño, nos quitábamos el agua salada en  el caño del pequeño río.

Playa Punta Inglesa o Playa del Hotel, en plena ciudad, lugar favorito de los carajitos de mi tiempo para ir a marotear cocos de agua, quenepas, almendras y uvas de playa.

Playa La Casita Blanca, memoria histórica, borrada para dar paso al modernismo no civilizado.

El Biran, orgullo e identidad de Barahona, hoy convertido en una pocilga.

Hay tantos lugares que fueron orgullo para los  verdaderos y auténticos barahoneros, que hoy nos llena de nostalgia, pena e impotencia a los  que tuvimos la oportunidad  de disfrutarlos plenamente. Para sufrir por algo hay que haberlo vivido, disfrutado y  querido.

Para no cansarlos lo dejo hasta aquí, pero en otra oportunidad hablaré de otros lugares y hechos que nos  identifican como  pueblo.

Quiero terminar este pequeño comentario, diciéndole a mi pueblo “Barahona”, que llegó la hora de olvidarnos de los politiqueros  que han llevado a nuestro pueblo a la ruina que es hoy.

Escojamos lo mejor de nuestro pueblo para dirigir el Gobierno Municipal.